domingo, 8 de mayo de 2016

A veces hay que arriesgar para ganar. A mi no me gusta arriesgar, me gusta saber que es lo que va a pasar, me gusta tener las cosas planificadas, porque para mi, el arriesgar es sinónimo de salir herido. Supongo que esto no es bueno. No me gusta que me presionen. Muchas veces no queremos hacer daño a las personas y no decimos las cosas claras por miedo, y al miedo hay que enfrentarlo y ganarle, porque si vives con miedo, no vives. 
Hay que saber disfrutar de las cosas buenas de la vida: de los amigos, de la familia, o de un simple día soleado. Los placeres están en las pequeñas cosas, y hay que saber verlos. 

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